Un buen docente marca la diferencia.

Resumen :

Este texto nos habla acerca de la importancia del las características, los conocimientos, habilidades, la forma de enfocar sus clases y las capacidades de los docentes. Esenciales en el proceso de aprendizaje de sus alumnos y pieza clave para hacer que desarrollen habilidades y conocimientos acerca de determinados temas, así como propiciar la motivación, la implicación y el interés de los mismos.

Es cierto que no solo es importante tener un buen docente para que la educación sea un éxito en los alumnos, pero sí, que es una de las piezas o quizás la más importante para que estos sientan motivación para aprender y aprendan. Por todo ello es importante que los profesores se formen de forma continuada, y adquieran cada vez mejores técnicas para enseñar, nuevas habilidades, conocimientos y capacidades organizativas además de sociales y personales, promoviendo así buenas prácticas y experiencias de aprendizaje.

Siendo capaces de incrementar el aprendizaje, los conocimientos, las destrezas, los recursos y la motivación, así como la implicación de todo el personal vinculado y teniendo en cuenta no solo los resultados obtenidos a través de pruebas escritas, sino también los procesos con los que se han alcanzado o las situaciones y características de todos los alumnos.

Todo ello lleva a la conclusión de que la calidad de los docentes y de su enseñanza es el factor más importante para que se den buenos resultados en los alumnos. Ante esto se abre una reflexión, y es que el sistema educativo no puede ser en ningún momento mejor que la calidad de sus docentes, y que las buenas prácticas en clase, expresadas en tareas que se les piden que hagan, es lo que va a marcar lo que sean capaces de hacer.

La distribución del tiempo, la agrupación de los alumnos, proporcionar explicaciones claras, mantener la atención, tener altas expectativas sobre los alumnos y comunicarlas, planificar bien las lecciones, estableciendo un marco claro y objetivo de cada lección, usar una variedad de técnicas u comprometer a los mismos, tener una estrategia clara para la gestión de los niños y niñas, prevaleciendo el sentido de orden en la clase, emplear tiempo y recursos sabiamente, de forma que promueva buenas actividades y aprendizaje efectivo, usar un amplio rango de métodos de evaluación para supervisar la comprensión y trabajo son algunas de las cosas a tener en cuenta para adquirir de forma eficiente resultados gratos del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Pero no solo queda ahí, también es primordial poseer profesionalidad, infundir apoyo, confianza, responsabilidad, respeto por otros y utilizas estrategias didácticas apropiadas a su enseñanza. También se deben tener en cuenta la redistribución de los grupos y las salas de la clase, el trabajo en equipo, el agrupamiento de alumnos o las relaciones entre los compañeros docentes.

Reflexión:

Sinceramente no hace falta que  ningún documento o publicación nos diga que la forma en la que  intervenga  del docente en la vida educativa de los alumnos es, no importante, sino esencial para que los mismos aprendan más o menos, se sientan más motivados o menos, deseen aprender más o menos, se interesen por la asignatura o no, se interesen por la educación y el aprendizaje o no e incluso dependerá de ello que el alumno desee ir o no a clase, si sienta a gusto y tenga una buena concepción de la escuela y de sus funciones.

A lo largo de mi vida educativa he tenido muchos profesores, y personalmente los peores sin duda han sido en primaria, estos eran personas sobre todo autoritarias, que te ridiculizaban si fallabas en los ejercicios ante los compañeros de clase, temidos e incluso odiados.

Es por ello que me gustaría  ser una buena maestra, respetada y querida por todos y cada uno de mis alumnos, siendo capaz de motivar a los mismos a que quieran aprender y participar, inculcarles valores y habilidades esenciales para la vida cotidiana. Ser capaz de organizar mis clases de la mejor manera, innovar y ser consciente de todos los recursos que tengo a mi alcance para hacer de mis clases algo atractivo y captador de la atención, guiar a mis alumnos en la superación de sus dificultades y fomentar el trabajo de equipo entre otras cosas.

Siempre he querido ser maestra para dar lo mejor de mí y que los niños y niñas disfruten de una de las mejores etapas, el colegio, la cual marcara su forma de ver la vida y sus expectativas acerca de sus capacidades y logros académicos. Sintiéndome orgullosa de ellos y de mí misma por ser parte y consecuencia de ello.